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TALLERES DE FORMACIÓN GRATUITOS EN LOS BOLETINES DE DLM INTERNACIONAL EN TRADUCCIÓN AUDIOVISUAL Y M


PLAN DE INTENCIONES


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DLM Internacional ha encargado al Profesor y Director de doblaje Don Laurentino Martín Villa, un trabajo de información y formación online basado en pequeñas newsletter, donde se desarrollarán los conocimientos profesionales en formación de traductores audiovisuales y el estudio de la traducción audiovisual en la universidad tras la experiencia acumulada en sus treinta años de dedicación profesional a esta industria y a la luz de cómo se está desenvolviendo el sector y sus previsiones de futuro.

Se inserta este trabajo en la creación de presupuestos que ya debieran estar perfectamente asumidos por toda la universidad latinoamericana y en especial colombiana en el tercer milenio: la universidad debe estar al servicio no sólo de la ampliación del conocimiento sino también de las necesidades de la sociedad que la sustenta; el conocimiento por el conocimiento, si existe, es un lujo frívolo. Esto es especialmente cierto para las facultades de traducción e interpretación, en muchos casos asumidas en sus competencias por las universidades que enseñan lenguas extranjeras y que poco o nada conocen de la realidad del mercado audiovisual de la traducción y que tienen encomendada como principal, aunque no única misión la de formar traductores e intérpretes profesionales directamente o por derivación.

No me siento muy identificado con aquella actividad académica cuyas conclusiones no son útiles para el avance de nuestro conocimiento sobre el tema, para la mejora de la calidad del trabajo profesional, para la formación de traductores o para la calidad del producto que llega al consumidor («ciencia banal» se le denomina en otros ámbitos del conocimiento y se le niega su valor como ciencia). En la universidad se muestra cierta tendencia a escudarse en la necesidad de hacer avanzar el conocimiento «"puro"», no aplicado ni aplicable, para situarnos a una distancia segura de la prueba de fuego que para nuestras propuestas supone su contraste con la realidad del mercado. Hay disciplinas como es la traducción audiovisual y multimedia que ofrecen en su objeto de estudio un alejamiento sorprendente de la realidad universitaria para enmascarar este problema; en mi opinión, una manera de retrasar la salida laboral de sus estudiantes que deben descubrir posterior a sus títulos académicos la realidad del proceso profesional existente fuera de las cátedras.


La necesidad de especialistas en traducción audiovisual y multimedia es una realidad que se fundamenta en la necesidad cotidiana en la vida de casi todas las personas, evidencia una actividad económica importantísima y constituye uno de los elementos de transmisión cultural más eficaces que se conocen. Ante esta realidad cuestionada solo por idiotas en defensa propia, pienso que deberíamos evitar dedicar nuestro tiempo y el de los que nos leen a discutir sobre el sexo de los ángeles. La realidad profesional, y por tanto la educativa, puede resultar muy diferente para diferentes entornos geográficos hispanos. Esta afirmación estaba muy clara hasta hace poco tiempo, pero, como veremos más adelante, necesita de importantes matizaciones. La realidad profesional es cada vez más homogénea y está menos sujeta a parámetros geográficos desde el punto de vista comercial, aunque la realidad educativa sigue manteniendo importantes diferencias (se han dado grandes pasos para evitarlo en el ámbito de la Unión Europea, pero Latinoamérica sigue estando en las Antípodas de esta realidad aunque les una el mismo idioma de base), debido a la diferente extracción histórica, cultural y filología de sus participantes. La fase informativa y por qué no, educativa que estamos comenzando desde DLM Internacional en mi persona, no tiene en cuenta las peculiaridades del entorno profesional y educativo en los distintos países de habla española en América por ignorancia de quien se dirige a ustedes, aunque estoy seguro de que sabrán filtrar las generalizaciones excesivas a través de su conocimiento de los condicionamientos específicos de su propia realidad.

Voy a plantear cuestiones de futuro que en estos momentos pueden parecer para algunos los menos informados y actualizados, visionarias. La realidad de la producción y de la profesión avanza gracias a estas exploraciones en lo que todavía no es o sólo se deja percibir por indicios para algunos teóricos mientras que son realidades exigidas para los profesionales en activo. Lo que hoy es una previsión de futuro para las paredes de la universidad deja de serlo y se convierte en realidad en trabajo cotidiano, al tiempo que parte de lo que hoy se presenta como actualidad en las cátedras ha dejado ya de serlo. De aquí que a la universidad le resulte prácticamente imposible mantenerse al día en sectores con un avance tecnológico tan rápido como es el audiovisual y más si sigue empeñada en no incorporar a sus cátedras en base a la falta de títulos académicos a profesionales con capacidad y conocimiento sustentado en estar en activo laboralmente en el sector, algo que por mucho que moleste a los más puristas son los únicos que pueden incorporar conocimientos basados en el trabajo profesional cotidiano.


De donde de aquí, que las posibilidades de que la universidad realice investigación aplicada en este campo sean casi pura quimera para todo aquello que para resolverse precise algo más que recado de escribir y una botella de coñac. Debo antes de seguir romper en justicia una lanza a favor de profesores jóvenes y no tan jóvenes, que intentan abrirse un hueco en los dos entornos siendo una pequeña ventana de aire fresco para este tipo de formación especializada pero claramente insuficiente para la demanda que obliga en conocimiento el mercado.

Si la industria hubiera de esperar a que la información tecnológica se difundiera y asimilara en la universidad para poner en marcha los nuevos avances, la industria se paralizaría o pero, desaparecería. De aquí podemos deducir que la universidad, para sobrevivir en este torbellino tecnológico, depende de la industria y los profesionales en activo y no solo de teóricos.

Sobrevivir para la universidad y ya está avisada, va a significar seguir siendo útil en la formación de los profesionales que la industria necesita y sobrevivir va a significar también para la universidad, que su investigación y su reflexión teórica basada en el conocimiento práctico sean útiles para el avance tecnológico. Si la formación y la investigación se hacen únicamente en las empresas, la universidad deja de ser útil como es el caso para la millonaria industria que rodea al doblaje y la subtitulación de películas entre otras artes y ciencias como la subtitulación para sordos o la audiodescripción entre otras, materias que entran dentro del concepto formativo de traducción audiovisual y multimedia. Hoy nadie contrata a un traductor por el título sino por la cualificación y conocimiento que demuestra en pruebas selectivas que dejan más que evidente el conocimiento sobre el sector por duras y exigentes.

A continuación, intentaré definir el campo de lo audiovisual, sus perspectivas profesionales y la repercusión de todo esto sobre nuestro trabajo en el entorno profesional que se refleje en las facultades de traducción e interpretación o de lenguas extranjeras, para inculcar no solo conocimiento de lo que está pasando realmente en la industria sino como punto de reflexión para los encargados de tomar medidas que solucionen lo precario del conocimiento que sus egresados demuestran en estas carreras dirigidas al audiovisual.

Próxima boletín:

CONCEPTOS PROFESIONALES DE TRADUCCIÓN AUDIOVISUAL Y MULTIMEDIA.

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