CUANDO EL DESCONOCIMIENTO SE HACE CÁTEDRA UNIVERSITARIA. DOBLAJE O S
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Cuando empezaba como estudiante de cine y televisión allá por los años ochenta, la controversia doblaje vs subtitulación estaba latente en el mundo académico, algo más que comprensible en aquella época pues fue entonces cuando por primera vez se empezaba a desarrollar el concepto de traducción audiovisual en España que se extendió con el tiempo al mundo de habla hispana y, por lo tanto, fue cuando la inquietud investigativa en estos formatos crearon los primeros estudios sociales sobre el fenómeno de la traducción audiovisual llevado a las películas y su comercialización. Han pasado muchos tsunamis desde entonces para que después de tantos años todavía en Hispanoamérica sigamos con el mismo dilema trasnochado y más que superado en la industria del entretenimiento. DOBLAJE VS SUBTITULACIÓN
¡Cuántas tonterías se sigue diciendo sobre estos dos modelos de traducción audiovisual
sin que se ruborice nadie!
Tanto para los eruditos universitarios como para el público en general permítanme que humildemente colabore poniendo algo de luz y de cordura a este tema.
La subtitulación y el doblaje nacieron solo con un único motivo en la industria de Hollywood, traducir el audio de la versión original al idioma en que se iba a consumir la película en el extranjero "Puro concepto de mercadeo para aumentar las ventas". Evidentemente la primera técnica que se utilizó fue la subtitulación motivado porque los intertítulos ya se utilizaban en las películas mudas y la técnica del sonido óptico estaba en sus comienzos. Fue muy posterior a estos albores de la traducción audiovisual con la aparición de la posibilidad de regrabar el audio en pistas magnéticas cuando el doblaje se consolidó como opción comercial paralela para la traducción a nivel industrial en el cine. La subtitulación y el doblaje nacieron solo con un único motivo en Hollywood, traducir el audio de la versión original al idioma en que se iba a consumir la película en el extranjero. Puro concepto de mercadeo para aumentar las ventas.
Mucho se ha hablado que si es mejor una técnica u otra y normalmente detrás de cada opinión aparecía desvergonzada la sombra del desconocimiento sobre lo que se hablaba.
La aparición de la cultura cinematográfica underground sustentada por los cines de arte y ensayo donde se proyectaban películas que no accedían con facilidad a los circuitos comerciales dominado estos últimos por las grandes distribuidoras Hollywoodienses, fue el caldo de cultivo a este tipo de comentarios sobre la preferencia de la subtitulación al doblaje basada en conceptos endebles y en muchos casos sin sustento profesional. Esta división de tipos de cine entre otros el llamado cine de autor, o cine independiente, trajo consigo la aparición de frikis snobianos que intentaban destacar su pseudo intelectualidad con sus opiniones sobre el séptimo arte sumergido. De este tipo de personas nace principalmente la preferencia al subtítulo porque según ellos, con esta técnica de traducción permanecía intacta la médula espinal de la creación cinematográfica al poder escuchar en plenitud la interpretación original de los actores que finalmente se quedaba en el color de la voz pues la mayoría no hablaba el idioma original de la película.
Lo que no sabían estos doctos del cine entre otros muchas cosas, es que al ser un cine sin músculo económico en muchas ocasiones no se tenía el dinero para doblar los films motivo principal por el que estas películas estuvieran subtituladas. Prueba de lo que comento es que películas de Woody Allen que en un principio se subtitulaban como El Sueño de Casandra, A Roma con Amor entre otras todas en sus comienzos una vez que el genio del cine cogió reconocimiento fueron en su totalidad dobladas.
Para vergüenza de los que defendieron y siguen defendiendo esta tesis de la subtitulación como concepto traductivo que mantiene intacto la versión original, déjenme utilizando solo la lógica, sacarles de su tremendo error.
Si una persona va a ver una película que necesita ser traducida indiferentemente de la técnica que se utilice para hacerlo ¿No será porque no entiende el idioma? Y si eso es así, cuando escuche a un actor japonés interpretando su papel en su idioma natal ¿Cómo sabrá si su entonación es correcta y por lo tanto sentir la emoción de la escena que es el motivo de la historia? Más cuando hablamos de una cultura tan diferente a la latina donde la entonación sin más, en japonés, nos da la sensación de que siempre hablan enfadados si la comparamos con la musicalidad amable y melosa que se utiliza en los países hispanohablantes.
Otro punto para la reflexión es sin duda el hecho de que el séptimo arte o arte cinematográfico no se limita a la interpretación de los actores, quizá por eso en las principales academias del mundo cuando premian a las películas en sus certámenes internacionales los galardones en importancia recaen en igual relevancia en la fotografía, dirección, vestuario, etc. además de en los actores. Y si esta afirmación es irrefutable ¿Cómo puedo estar siguiendo en plenitud de percepción de mis sentidos como espectador la fotografía, el movimiento de cámara o la grandeza del vestuario y decorados entre otros factores que colocan al cine en su conjunto en lo más alto de las expresiones artísticas si estoy preocupado en no perderme los letreritos que me dicen que es lo que dicen los intérpretes?
No, queridos y nuevos frikis snobianos, la subtitulación es sin duda la peor opción y la industria del cine lo sabe para disfrutar de una obra cinematográfica. Si analizamos los códigos (informaciones visuales y auditivas) que (se pierden en cada una de las técnicas de traducción de películas, mientras que en la subtitulación desaparecen todos los comentados al tener que dirigir nuestra vista constantemente a los subtítulos, mientras que en el doblaje solo desaparece, aunque importante, la voz de los actores y su interpretación hablada pues la gesticulación y la mirada parte importante también de la dramatización, se mantiene presente así como todo los demás elementos presentes en las escenas.
Entonces entraríamos en otro universo artístico “la importancia de la calidad artística de los actores de doblaje”
Pero seguramente eso será otro día.
Saludos y gracias por leerme.
Laurentino Martín Villa
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