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La metamorfosis de la carrera de periodismo ante la transformación de los medios, un marco de este r


La presente reflexión, está basada en aportaciones teóricas y valoraciones desde el mundo profesional, repasa retos y oportunidades en el escenario de los medios de comunicación en ceremonia con la transmedia.



El siglo veintiuno ha traído debajo del brazo grandes crisis en todos los ámbitos sociales y aunque muchos sorprendentemente aún se niegan a reconocerlo, las ciencias digitales aplicadas han sido uno de los desenlazantes de esos escenarios. Los medios de comunicación son sin duda uno de los sectores que más está sufriendo esta metamorfosis constante a la sombra de los cambios que los consumidores demandan por el uso de esta tecnología, a lo que obligadamente en su transformación se ha de unir la formación superior en periodismo.

Cuando la transformación profunda de la información obliga a la universidad a reinventarse ante la consolidación de Internet y donde el profesional de la noticia cuna del profesorado, no consigue acoplar con total eficacia el mundo paralelo digital a su día profesional, qué decir tiene hablar de planes de estudio en nuestras mejores universidades.

Mucho me hace dudar la realidad profesional llevada a la función de nuestros docentes hasta hace poco verdaderos expertos funcionales de lo que llamaré; "el nuevo periodismo desfasado del siglo XX". Nuestros maestros de maestros han quedado relegados a aprendices del periodismo digital donde casi sin haber podido encajar el directo golpe de la tecnología reciben un segundo que amenaza el KO con la aparición de la redacción móvil a tiempo real, escenario, que los convierte en teóricos funcionales de un ayer reciente ya no vigente. En este contexto de crisis y transformación se plantea la cuestión de la necesidad tanto de la empresa informativa como de la universidad especializada en periodismo de adaptarse a la nueva realidad que para más complicación sigue en plena metamorfosis.

¿Corren peligro de quedar apartados los periodistas más experimentados, maestros del periodismo tradicional?

Todos, los periodistas también, estamos obligados a actualizarnos a montarnos en el tren de la tecnología, a aprender sobre el manejo de los nuevos medios, a ser creativos, innovadores, a colocar todos nuestros conocimientos y experiencias en las distintas plataformas digitales o de lo contrario, seremos desplazados de nuestros puestos de trabajo rápidamente.

¿Y quién les va a actualizar?

Decir que la universidad sin más después de lo expuesto suena como mínimo frívolo sino poco creíble es como menos obvio. Los desafíos que confrontan los medios de comunicación convencionales traen consigo los mismos retos que tienen por delante los formadores de “la vieja escuela”. Si las universidades no reaccionan ya, ahora, en integrar la multimedia transmediática a las aulas, de enriquecer los contenidos, de agregar valor a lo que ofertan, de perder la vergüenza en innovar con procesos de enseñanza que involucren por igual a enseñantes como a alumnos con laboratorios funcionales en asociación con las empresas de medios, de reinventarse, irán quedando fuera de juego en el interés práctico de su oferta. Se debe reconocer ante propios y extraños en un acto de humildad por muy doloroso que suponga hacerlo, que la formación efectiva que entregan no llena plenamente las expectativas de los consumidores (nuevos y viejos) y la demanda de las empresas. Conclusión… se quedan en la burbuja del desfase por la incapacidad de dar respuestas a la evolución de la sociedad.

Ante esta incuestionable realidad, creo que los directivos, accionistas, rectores, decanos, ministerios, funcionarios, responsables en general de las universidades donde el periodismo sea oferta de calidad, son los primeros que deben crear conciencia del momento en que se encuentra el ejercicio de esta honorable profesión concibiendo que son ellos los primeros en capacitarse, renovar y reinventar si cabe la profesión y con ello arrastrar a esos experimentados pedagogos periodistas savia de nuestra profesión aplicando el ABC del periodismo a las ciencias ocultas venidas y por venir de la tecnología digital.


¿Cómo?... La experiencia la da los años.

Las destrezas para buscar las informaciones y contar las historias, ese perfeccionamiento del olfato ante la noticia, ese amaestramiento de cómo y qué preguntar las desarrollan los veteranos periodistas con el tiempo en el ejercicio en la universidad de la calle. Estos importantes y experimentados profesionales cuna del real conocimiento periodístico deben de esforzarse por agregar valor a sus conocimientos relacionándolos a lo digital, a lo transmedia, al obligado audiovisual, a las nuevas formas de informar en sus nuevos soportes.

Solo uniendo la formación universitaria con el “laboratorio práctico en las aulas” donde el profesional en activo toma el relevo de su ayer al hoy en su metamorfosis profesional, ayudando de nuevo en su propio aprender como alumno al reciclaje de los nuevos docentes otros profesionales del periodismo nacidos de las propias aulas en el ejercicio continuado de la pedagogía y añadiendo la fusión dual de maestros todos alumnos todos, un concepto que todavía las universidades hispanas en defensa de la pureza de raza universitaria se niegan a poner en práctica a diferencia de otras culturas escolásticas, incluir en sus planes de estudios nuevos auténticos especialistas en ejercicio, con grado o no, a la formación del periodismo en áreas que hasta ahora aparentemente poco o nada tenían que ver por su especialización con el periodismo tradicional. Sólo entonces se podrá conseguir abrir las ventanas a vientos nuevos que aireen la carrera de periodismo tan vapuleada y puesta en duda en la crítica fácil.

La fusión de distintos grados es el camino a la auténtica transmutación transmedíatica de la carrera de periodismo.

Profesiones como realizador de documentales, narrativa cinematográfica, operador de cámara, edición de vídeo, edición de audio, doblaje, diseño gráfico en el entorno digital y móvil, gestión de comunidades, periodismo MOJO, comunicación en “redes sociales”, entre otros como saber elaborar planes de mercadeo digital y de medios sociales, conocer las herramientas de gestión y monitorización de las redes de la información y comunicación, se hacen imprescindible para el nuevo periodista sin fronteras omnipotente en la web.

El periodismo se está convirtiendo de forma casi natural en un nuevo concepto de formación propia para el trabajo o formación continuada ante el proceso de cambio continuo de la tecnología. Es importante que el futuro periodista sepa cómo aprender a seguir aprendiendo después de ser profesional titulado con lo que el mundo ha dado llamar formación continuada online en el ejercicio de la profesión. Es necesario incluir en la tradicional formación presencial en las aulas de nuestras universidades conceptos de enseñanza que conlleven ese tipo de conciencia conceptual del trabajo salido de la investigación y formación por internet. La formación dual (online y presencial) con conceptos como "The flipped classroom" o clase invertida, la generación constantes mooks para egresados que ayuden y fomenten el fácil seguimiento y actualización de conocimiento ante los seguros nuevos giros que la tecnología y las tendencias digitales obligarán entre otras muchas medidas de necesario cumplimiento en los planes de una universidad de periodismo moderna y actualizada, hay que emprenderlos sin espera burocrática a la que la universidad monolítica clásica nos tiene acostumbrada. No hacerlo será como darle al estudiante pan para hoy y abandonarle a la hambruna profesional que pasará mañana.

Establecer la estrategia de e-commerce, los modelos de negocio y la logística digital es otro reto del conocimiento del nuevo periodista. No basta con saber generar la noticia hay que saberla vender pues ya somos muchos los que trabajamos en un mundo sin fronteras que permite vivir de nuestra profesión gracias a un internet ávido de noticias a tiempo real dispuesto a comprar y consumir todo aquello que esté en el lugar donde se producen o que detecten y complazcan el interés social. El periodista libre es el perfil del periodista actual online sin limitaciones, sin horarios, sin jefes y castraciones políticas, realidad que le hace competir con el nuevo "concepto" de periodismo, pero que en esta reciente confusión de significaciones sólo el conocimiento académico le coloca por encima de esa otra realidad del periodismo imparable, "el periodismo ciudadano".

Conocer las métricas de la Analítica Web y KPI`s, entre otras asignaturas obligadas de un empresario por cuenta propia, es también conocimiento obligado del nuevo periodista o del periodista actual que demanda la sociedad donde se dibuja al profesional como un auténtico mago free land del periodismo y las redes sociales, blogs, video blogs y futuros formatos de comunicación por venir que deben ser dominados para poder difundir la noticia con autonomía y a tiempo real.

Próximamente.

Bienvenido a la era del MOJO… 3,2,1…

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